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LA ESTRUCTURA MATERIAL Y FORMAL DEL ESTADO

TITULO V: CAPACIDAD E INCAPACIDAD DE EJERCICIO

COMENTARIO:EL ACTUAL DILEMA CONSTITUCIONAL PERUANO: CAMBIO O REFORMA DE NUESTRA CONSTITUCIÓN

“EL ACTUAL DILEMA CONSTITUCIONAL PERUANO: CAMBIO O 
REFORMA DE NUESTRA CONSTITUCIÓN” 


Ha transcurrido, bastante tiempo desde que se promulgo nuestra primera constitución, me refiero a la del año, en donde se produjeron diferentes disputas por el poder estatal. La pregunta es: ¿Por qué nuestro país, ha tenido más de  diez textos constitucionales?, durante su evolución, claro está que se ha violado muchas veces el principio de supremacía constitucional.  
Con mayor motivo y razón es la afirmación de Jorge Basadre “los gestores de la independencia fueron nobles, generosos, pero también incapaces para ubicarse en el tiempo y espacio”.  
Basadre hace este comentario por los diversos sistemas cambiantes  que proponían los antiguos jefes de estado para nuestro país, cabe resaltar que nunca hemos sido capaces de instaurar o idealizar nuestra propia normativa, hemos copiado o tratado de imitar sistemas de gobierno como EE.UU de Norteamérica, Francia, entre otros.   
El Perú ha tenido las siguientes constituciones: - 1823 (nuestra  primera constitución ) - 1826 (constitución vitalicia) - 1828 (nuestra tercera constitución), así hemos ido cambiando de constituciones hasta llegar a la constitución de 1993, aunque muchos peruanos estén en desacuerdo con esta carta magna, es la que nos rige actualmente.   
La razón central de lo que por que los peruanos han tenido varios textos constitucionales es por qué no tenemos una proyección a futuro y solo nos centramos en el presente, esta estructura mental ha existido desde nuestros inicios, no pertenece al siglo XXI, acontecimientos como nuestra independencia debe ser un ejemplo de que el peruano está en la capacidad para no ser dependiente de nadie, ni ser sublevados ante nadie.   
En líneas anteriores me he referido acerca de la imitación país, un ejemplo es la división de nuestros poderes que componen nuestro ordenamiento estatal , fue una imitación de EE..UU y Francia, sin estrategias, metas, proyecciones, ni tácticas comunes. 
Cuando el presidente Ollanta Humala Tasso asumió la presidencia, la población peruano pensaba que se iba a erradicar la inseguridad ciudadana por el simple hecho de ser un militar “democrático”. Sin embargo, no se pudo lograr este flagelo que atenta a nuestra ciudadanía, me incluyo porque también he sido víctima de esto, además, nuestro país es uno de los países con mayor índice de corrupción y todos sus presidentes investigados por diversos delitos como peculado, lavado de activos, etc.  
Con un proyecto nacional a largo plazo, metas a mediano o corto plazo, sabríamos lo que debemos hacer en economía, educación, salud etc. Identificaríamos, las leyes que nos hacen falta , tendríamos que pensar antes de emitir un voto electoral con un proyecto nacional realizado por todas las fuerzas políticas de nuestro país, nosotros como estado avanzaríamos hacia una solución definitiva de nuestras patologías y problemas sociales.  

A través de este análisis no me estoy haciendo alusión o diciendo que nuestros  poderes  (ejecutivo, legislativo, judicial) no trabajen, creo que si lo hacen. Sin embargo, dejan mucho que decir por los acontecimientos últimos un legislativo que blinda a personajes involucrados en actos de corrupción, un ejecutivo si proyección y un poder judicial corrupto, un ejemplo es el ex fiscal Pedro Chavarry y todas las denuncias en su contra, el consejo nacional de la magistratura, con el ex juez supremo Cesar Hinostroza, pensemos en un momento ¿esto es lo que queremos para nuestro país?   

Las propuestas sobre una reforma constitucional se encuentra en debate muchos quieren  retomar la constitución de 1979 o lo que plantea la izquierda política, la nueva realización de una nueva constitución, para cuyo efecto se convocaría a una asamblea o congreso constituyente.  
En conclusión:  
El Perú necesita tener un solo propósito (un proyecto nacional), además necesitamos crear una nueva cultura constitucional que garantice una efectiva supremacía de nuestro texto constitucional. 


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